Buen día de mercado

Como siempre le gustaba hacer a la reina, aquel día tan despejado salió a dar un pequeño paseo por el mercado. Caminaba despreocupadamente por entre los puestos de los mercaderes, respondiendo con un gesto de cabeza a todos aquellos que la reconocían y la saludaban con reverencias al pasar. No todo el mundo lo hacía, ya que su fama de ser una reina dura e inflexible le había dado el apodo de la "Dama de acero". Por esa razón muchos le tenían un gran respeto y no la saludaban de manera tan jobial.

Ese día había decidido pasear sin su escolta habitual. Que estuviesen tan pendientes de ella, la llegaba a poner muy nerviosa. Por eso, aquel día, quería despejarse con tranquilidad y sin estar todo el tiempo observada. Toda la ayuda que necesitaba la llevaba consigo. Con su mano acarició la hoja de su fiel arma, que la acompañaba en casi todos su viajes. Con ella no le era necesaria mayor protección.

-Hoy es sin duda un buen día, creo que revisaré algún puesto, quizas encuentre algo que me pueda interesar.

-¿mnn?- exclamaba con mis cuerdas vocales mientras caminaba por el mercado pasando de puesto en puesto viendo todo a mi alrededor, sobre todo los precios a ver si encontraba algo barato, pues habian cosas caras, sabia que siempre encontraria algo barato por ahi, que pudiera comprar, si no tendria muchos problemas para poder comprar y para mi en particular no me gustaban los problemas, asi que seguia caminando por el lugar mirando y mirando, sin percatarme de que mucha gente saludaba a una persona, solo escuchaba que hermosa esta la reina hoy, y yo mire en dicha direccion, no vi ninguna reina, yo pensaba que las reinas y princesas solo vestian lindos trajes, asi que como no vi a nadie asi, segui caminando, de repente no a lo lejos diviso un cuerpo femenino cubierto de una armadura, al principio pense que era un hombre, pero divisandolo bien, era una chica, sin percatarme me deje caer bajo los efectos de su hermosa cabellera y me acerque a mirarla, pero no vi la grieta que habia mas adelante y me tropece con gran fuerza, callendo por ensima de ella desde su espalda...

-Oh!, shit... eso dolio....- decia sentandome en el acto, y llevando mi mano derecha a mi frente sobandome del dolor... mas no me percate de quien golpee...

Spoiler:

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Proseguía con el paseo por el mercado tranquilamente. De momento había echado un vistazo a varios puestos, pero no había encontrado nada interesante que le pudiera llamar la atención. Pero eso tampoco le importaba demasiado. La verdad era que estaba disfrutando de ese pequeño respiro en sus labores. Ser una buena reina no era facil, y más de una vez sentía toda la presión que llevaba el cargo. De improvisto, algo o alguien golpeó su espalda. Aquello la pilló por sorpresa, por lo que cayó de rodillas al suelo.

Varias personas que estaban en le lugar y vieron lo sucedido se alarmaron al verla en el suelo. Una vez se puso en pie levantó su mano derecha para tranquilizarles mientras sonreía.-Tranquilos, no ha sido nada, solo un pequeño accidente.- Una vez calmados los ánimos, se dió la vuelta para ver que era lo que había sucedido. Allí vió a un joven, por lo que parecía de una edad parecida que se tocaba la frente. AL parecer se había golpeado con ella en su espalda.

No pudo evitar poner cierta cara de preocupación. Despues de todo la peor parte se la había llevado el muchacho al golpearse la frente contra la armadura.- ¿Estas bien? Espero que no te hayas echo daño. Por favor, dejame ver ese golpe.- Le tomó la mano de la frente, para poder examinarla.

Pudo ver como el joven se ruborizaba unos instantes. Aquello la dejó un poco sorprendida. A mucha gente le pasaba algo parecido cuando ella se mostraba tan amable, pero aún así no acababa de acostumbrase a ese hecho. Después de todo no era tan diferente del resto, simplemente había nacido en el palacio y por ello tenía que gobernar y preocuparse por su pueblo.

-Tranquilo yo estoy bien, por eso no te preocupes.- Con una sonrisa en los labios para tranquilizarle siguió observando su frente. No parecía muy grave, probablemente se le inflamará un poco, pero nada demasiado grave. De improvisto, el joven dijo unas palabras que la sacaron de sus pensamientos. ¿Habría oido bien? Le pareció que acababa de decir que era hermosa. Aquello si que fue realmente inesperaod para ella, y no pudo evitar sonrojarse ante el cumplido.

-Bueno... creo que... deberías acompañarme. Solo para asegurarme de que estas bien. Si te parece bien claro está.- No iba a obligarle a hacerlo, pero así además tendría con quien charlar. Le gustaba su compañía auqnue lo acababa de conocer.

Aquel chico parecía muy simpático y siempre era mejor dar un paseo con alguien en vez de en solitario. No podía ser mala gente, después de todo había alabado la belleza de la reina. Hasta ese momento nunca se lo habían dicho así, de aquella manera tan directa y por lo que había notado, tan sincera. Su comentario le pareció bastante gracioso, por lo que no pudo aguantar la risa.

-Jajaja, bueno, si no tienes dinero me parece que solo podremos dar un paseo, ya que yo tampoco tengo nada a mano.- Una vez dicho eso, se puso en pie y comenzó a caminar de nuevo por entre la gente del mercado. Le intrigaba conocer a su acompañante, pero tampco quería parecer una curiosa. Finalmente se decidió a preguntar.

- Bueno, creo que debería presentarme si vas a ser mi acompañante en este paseo. Mi nombre es Titania, un placer conocerte.- A la vez que se presentaba, hizo una leve reverencia hacia su desconocido compañaero.

Su comentario a cerca de su nombre no pasó desapercibido para la reina. Sin duda era todo un caballero o por lo menos así pensaba ella. Era agradable poder charlar con alguien como él. Después de todo, la mayoria de la gente con la que trataba le tenían tal respeto que no buscaban más que ganarse algún privilegio siendo demasiado dóciles con ella. Solo buscaban su atención.

-Vaya Isaac, tu sí que sabes halagar a una chica. He de decir que tu nombre, también es muy bonito.- Vió como el chico respondía conuna reverencia. Además de simpático, también era muy educado. Ante su pregunta quedó algo sorprendida, al parecer no sabía quien era ella. No era algo que le sucediese muy a menudo, de hecho nunca antes se había juntado con alguien que no supiese de ella, aunque solo fuese de oidas. También era cierto que abandonaba palacio en raras ocasiones, yque sus guardias no dejaban que nadie se le acercase para mantener una charla como con ISaac.

- Veo que eres muy observador Isaac y estas en lo cierto, tengo una cargo importante, después de todo soy la reina de Khelfias.- sonrió de manera despreocupada, como si aquel hecho no fuese importante. No quería que al conocer quien era la tratase igual que hacía el resto. eso hecharía a perder el ameno diálogo que tenían ambos.

Isaaca le pedía tutearla como hacía ella. Lo hacía de forma inconsciente, ya que así se sentía más cercana a a gente y le era mejor para tratar con ellos. Por suerte, a él no parecía importarle ese trato, ya que siempre había gente a la que no le agradaba esas confianzas.

-Por su puesto que puedes, y por favor no es necesario que me digas my lady todo el rato. Puedes decirme Titania.- Nunca le gustaba un trato así, que marcaba tanto respeto, ella no era superior a ninguna otra persona como para que la tratasen así. Si podía, se decantaba por un trato más informal, aunque fuese la reina.

Se cruzó de brazos mientras esperaba a que se le pasase el ataque de risa. Mostraba una mirada algo intrigada, ya que no entendía la gracia que podía producirle lo que le acababa de contar. Sin duda no era la acción que se esperaba, normalmente cualquier otro se habría sorprendido enormemente al conocer con quien trataba. Pero no Isaac, él se estaba riendo sin a penas llegar a contenerse.

- ¿Tan raro te parece lo que te acabo de decir, que no puedes dejar de reirte? No tengo por costumbre mentir, así que puedes creerme...- No sabía bien como tomerse aquello, ya que ella sentía que no la estaba tomando en serio. Aquello la había molestado y si no hubiese sido tan agradable con sus cumplidos al principio, probablemente se hubiera marchado de allí. Decidió darle una oportunidad, después de todo le estaba pidiendo disculpas.

-Está bien, acepto tus disculpas. Pero te pido que no vuelvas a reirte de algo que me ocupa tanto tiempo y conlleva muchas responsabilidades para mí.- Su acción le pilló por sorpresa, la tomó de la mano y le susurró al oido unas palabras que la pusieron nerviosa. Pensó que tal vez estuviese tomando demasiada confianza y aunque retiró la mano con delicadeza, aceptó su propuesta.

-Está bien, hace tiempo que necesito evadirme un poco de tantas obligacionesy tomarme un pequeño descanso.- Decidió seguirle hasta el lugar que quería mostrarle, ya que tenía curiosidad por ver de que se trataba.

Tras un momento de tensión por la risa de Isaac, Titania volvió a tranquilizarse, después de todo no había sido tan grave. Solamente era que para ella, su cargo suponía mucha responsabilidad y no aceptaba bromas a ese respecto. Respiró profundamente para evitar otro enfado como ese, estaba de paseo mientras charlaba con el simpático muchacho, y no quería que se estropease.

-No te preocupes, que no me siento ofendida por ello. Lo que sucede es que todo el mundo me llama majestad, alteza... y a veces parece que no tenga un nombre propio, por eso te lo he pedido.- No quería que pensase que la estaba incomodando con su trato, simplemente sentía que había conectado con él y que había ganado confianza como para ese trato tan cercano.

Su propuesta la dejó de piedra, quería tomarla en brazos para llevarla. Tampoco había pasado por alto el detalle de que se había referido a ella como humana. Eso suscitaba muchas preguntas en su cabeza, por su comentario podía deducir que no se trataba de un joven cualquiera, pero no conocía que era realmente. Además también añadió que su presencia lo descolocaba. Estaba relamente nerviosa, como no lo había estado nunca.

-Yo... bueno... gracias por el cumplido... creo. Bueno... con respecto a ese viaje, está bien, me confio en ti. Cuando quieras estoy dispuesta.

No estaba muy segura de lo que quería hacer Isaac,pero se fiaba de él y estaba dispuesta a que la llevara donde tenía planeado. Se puso a la espalda de Titania y tras una aviso y pidiendo permiso, la tomó en brazos. Parecía que no le costó mucho esfuerzo sujetarla en esa posición, tenía más fuerza de la que podía aparentar en un principio.

-¿Que me sujete, por que...?- No le dió tiempo a acabar la frase, ya que de improvisto Isaaca saltó con ella en brazos a una altura inpensable para alguien una persona normal. De la impresión, se agarró con fuerza a Isaac, nunca había experimentado una sensación así. Para mayor sorpresa, cuando pensaba que ya había pasado vió que de la espalda de Isaac surgían dos alas.

Aquella situación no podía parecerle más extraña. Se encontraba surcando los cielos en brazos de un chico al que justo acababa de conocer. Sin embargo, se sentía alegre, ya que aquello era una experiencia que se le antojaba mágica. Después de todo que persona no había soñado con volar. Era una sensación única.

-Dime Isaac, ¿donde me llevas?- No quiso preguntar más, ya tendría oportunidad de hacer mas cuestiones una vez llegaran.Mientras espraba, recostó su cabeza en el pecho del muchacho.