conociendote en el jardin(Tsubaki)

El dia habia amanecido fresco, muy agradable y perfecto para que la emperatriz, saliera acuidar de sus rosas, se acerco hasta su jardin y sonrio, sabia que erra tonto pero aun asi comenzo ha hablar con las flores

-como estan peques, es un bonito dia hoy les toca que las apapache que dicen-

Pregunto y como si las flores escucharan comenzaron a moverse como asintiendo, seguia sonriendo era el unico lugar donde a la emperatriz se le veria sonreir habiertamente y sinceramente tambien, no se sabia por que pero ella amaba asus flores...

Comenzo a quitar la llerva mala y darles agua, ella llevaba unos guantes chicos para jardineria y su cabello lo tenia recojido en una coleta con listones rojos, un short muy chico y una blusa roja de botones algo desabrochada para que sus senos respiraran, en realidad lo hacia por que siempre le habia gustado verse sensual incluso cuando trabajaba en el jardin

...

La chica pelirroja se encontraba en una pequeña mesa de jardín trasladando unos escritos de pergamino a una libreta, estaba sentada con la pierna cruzada, el día estaba tan perfecto que se quito el sombrero dejando apreciar mejor su larga cabellera rojiza, su cabello brillaba con el sol, como si fuera un fuego intenso, agito un poco la cabeza para que se esponjara un poco, y se quito también los guantes dejando ver sus manos claras, comenzó a escribir de nuevo y un poco retirado de la mesa en los rosales vio a la emperatriz dispuesta a arreglar las flores, se le veía tranquila, al parecer le agradaba hacer eso, se recargo en una mano observando a la emperatriz un tiempo y de pronto sacudió la cabeza como si hubiera vuelto en si, siguió pasando los papiros a la libreta y de vez en cuando observaba a la emperatriz

No se habia percatado de la presencia de la chica hasta que noto su mirada fija en ella, intento no voltear a verla pues recordaba a cada momento lo que habia estado apunto de hacer, se sentia mal pues no queria estropearlo y sabia que lo estaba haciendo, mas sin embargo ella era una primerisa en esas cosas de sentimientos y no estaba segura de como actuar pues segun ella decia que no existia el amor solo el placer y el sexo, pero ahora...se sintio molesta por aquello y prosiguio con su trabajo, hasta que noto que la mirada fija se retiraba, ahi fue donde comenzo a mirarla pero se volteaba cada vez que la otra la miraba a ella...

Se sentia como una chiquilla, y eso le desesperaba pues ya tenia mas de 600 de vida, no era una chiquilla definitivamente...tomo una rosa y la corto quitandole las espinas se levanto del suelo

-lo lamento linda pero es por una buena causa-

Le decia a laflor y como si esta la hubiese escuchado se comenzo a abrir viendose hermosa, camino hacia la mesa y la puso sobre el papiro en el que escribia Tsubaki

la chica se admiro de quien puso una hermosa rosa sobre los papiros viejisimos de una comunidad perdida que difícilmente se podían ver los geroglificos, arqueo una ceja y sonrió, despues con mucha delicadeza retiro la flor y la acerco hacia ella para olerla.-

-oh.. que buen espécimen... es para mi?...- dijo esto con un tono colorado en sus mejillas mostrando una mirada tierna, despues volvio en si y se puso de pie rapido - oh pero que falta de modales - se inclino ante ella y la saludo caballerosamente - Buenas tardes emperatriz... ya veo donde se desestresa- dijo esto incorporandose y viendo la flor que se regosijaba en su mano.

Le sonrio de la misma manera que la otra, asintiendo a la pregunta de que si era para ella, esta se levanto y le pidio disculpas por no haberla saludado... La verdad era que ella no se habia dado cuenta de ello la verdad estaba mas entretenida admirando su belleza que muy apenas logro escucharla

-buenas tardes Tsubaki, y no la verdad no es para desestrezarme para eso prefiero pelear con alguien en la arena de batalla o cortar cabezas...en realidad solo vengo a cuidar de mis amores-

Se sintio un poco apenada por decirle sus amores a las flores enfrente de ella asi que se sonrojo desviando la mirada, mientras jugaba con sus manos en su espalda mientras sequitaba los guantes, miro la flor y vio que aun tenia unas espinas


-sera mejor que tengas cuidado con eso no le quite todas las espinas-

Decia desviando un poco la mirada hacia algun otro lado

asintio con el rostro, y dejo la rosa sobre la mesa.-

-gusta sentarse? - dijo esto señalando cordialmente una de las sillas, mientras le sonreia sinceramente, admiraba a la emperatriz, el sol hacia reflejar todo lo que la oscuridad del puerto y el castillo no le dejo ver, su piel se veia suave, y su cabello brillante como una cascada con el sol en punta, era tan bella que se fue por un momento, de nuevo, agito la cabeza volviendo en si y dijo.-

-me sorprende que hablan muchas vajesas de usted y... esta aqui, arreglando un rosal y llamandoles "mis amores" que cosas- solto una pequeña risita

Se sonrojo aun mas por la salida de la otra, puso cara de chiquilla enojada inflando un poco las mejillas agacho el rostro intentando que no se notara pero era inutil el sol no la dejaba ocultarse y lo maldijo internamente por eso, tomo su cabello y comenzo a enrredarlo en uno de sus dedos, mientras tomaba aciento...

-la mayoria de las cosas que dicen son ciertas pero no quiere decir que tenga un corazon de piedra...de hecho...es lo mas sensible que tengo-

Lo ultimo lo dijo. En un susurro que esperaba la otra no lo hubiese escuchado, seguia tan roja como la rosa y sin poder levantar la mirada

se acerco juguetonamente hacia ella estando Tsubaki sentada, se acerco tanto que logro ver los manchones de la iris de sus ojos con el sol, y juguetonamente dijo.-

-Perdon???... pero que fue lo que dijo al ultimo?... es solo que no escuche esa parte- se incorporo y cruzo los brasos con una sonrisa frivola y un rostro orgulloso a manera de juego.

De un momento a otro su sonrojo paso en un segundo, y su semblante cambio de repente a uno muy serio, sus pojos estaban algo dilatados, y se veia como si estuviese molesta aunque no lo estaba solo estaba pensando bien como empezar la conversacion y prefirio hacerlo con una pregunta...

-Tsubaki linda...dime exactamente que sabes sobre la especie de los que son como yo por que he de imaginar que ya sabes que soy un dragon-

Dejo su cabello y la miro directamente a los ojos estaba muy cerca y si fuese por ella la besaria pero no era el momento, solo espero con las manos en la mesa cruzadas

Tsubaki arqueo una ceja, y cruzo las piernas aparte de como tenia los brasos cruzados y sin saber cual fue la palabra que le incomodo, dijo sin titubear y para mantener la paz.-

-Señorita... se perfectamente como es un Draconido... , desde que la vi supe que era usted, sin embargo cada uno es diferente, un Draconido autentico nisiquiera sabria como manejar un imperio como este, ademas usted permanese mas tiempo en una forma de ignorante humana, no es como los demas, al cambiar de forma se convierten en gigantescos y peligrosos dragones pero se vuelven un poco mas torpes al verse invadidos por los instintos salvajes, a menudo no reconociendo amigos o enemigos, usted conoce perfectamente esa situacion, en pocas palabras los Draconidos son unos barbaros, y usted es una hermosa esepcion... es tan diferente - dijo esto con movimientos de alarde, saco una mano de sus brasos cruzados y se observaba las uñas con elegancia - usted tiene corazon como todos, pero porque usted es diferente, se como es un draconido... pero me interesa saber como es usted...-

sonrio despues de verse las uñas con alarde y elegancia.

Escucho atentamente cada palabra que salia de la deseable boca de la contraria, cada palabra que salia de su boca era real y muy teorica, n eso estaba bien pero al parecer a ella le faltaba un pequeño detallito que era en si el mas importante de todos, escucho como al final comenzo a alardear como si de un chico que trata de impresionar a una chica se tratase sonrio ante aquello, eso le demostraba que la chica tambien estaba interesada en la emperatriz como esta de la Elfa...

-bueno de cierto modo todo lo que has dicho es cierto y no es por nada pero la verdad yo tambien pierdo los estribos cuando me convierto... pero al parecer olvidaste mencionar lo que mas importa de un dragon...su corazon... el alfiler mas pequeño podria atrabezarlo y matar al dragon, por eso es lo que nosotros mas cuidamos la piel de un dragon es demasiado dura nada la puede traspasar...solo en el corazon, el pecho es el unico lugar donde cualquier cosa podria enterrarse... por esa razon lo que dije anteriormente fue que es el unico lugar que tengo sensible quiza en exceso-

la miro sonriente por un rato, se sentia algo tenza, muy pocos conocian ese secreto de los dragones y ella sin mas se lo contaba a esta chica que no tenia casi nada de tiempo de conocerla, solo espraba que fuese capaz de guardar eso solo para su mente y no para sus libros, y que no fuese alguien que la intentara matar, al pensar esto desvio la mirada y la sonrisa desaparecio, se habia inclinado hacia adelante cuando contaba aquello asi que su medio cuerpo reposaba en la mesa...

abrió los ojos de par en par sorprendida, era un detalle que si sabia pero que no recordaba, esta chica estaba hablando de una debilidad física, pero ella le tomaba mas enserio al lado sentimental, era evidente que era ella diferente, y al parecer sentía algo especial, ese sentimiento desconocido estaba saliendo de Tsubaki hasta por los poros, esa declaración la iso sonrojar ya que la emperatriz estaba entrando muy en confianza con la chica peliroja, observaba como el viento movía las plumas de su sombrero mientras pensaba en lo que dijo, y para que la emperatriz no se sintiera mal le dijo.-

-No se preocupe... -se inclino de nuevo y se llevo una mano a su boca para decir algo en voz baja -.... yo tambien tengo un detallito secretito... - miro hacia ambos lados, como esperando que no hubiera nadie - no se que es el amor... no se que es amar, desconosco ese sentimiento - se incorporo en su silla y suspiro - yo... desde pequeña tenia un don, aprendia demaciado rapido, mi mente es de un total genio, para cuando termine de leer infinidad de libros, me di cuenta de que mi familia me abandono, creo que no pudieron con mi afan de aprender, un señor amigo de mi familia estaba muy molesto cuando le fui a preguntar en donde estaban, el solo se limito a decirme que ellos estaban muy tristes de que yo fuera diferente, y que jamas entenderia el amor de un amigo, el amor de una familia y el amor de una pareja, ellos se fueron porque yo...los... ignore, los abandone - bajo la cabeza y suspiro de nuevo, entre lazo sus dedos y comenzo a jugar con sus pulgares - desde ese dia viajo por todo el mundo, aprendo de todo, cada vez mas me lleno la cabeza con toda clase de nuevas cosas, pero primordialmente averiguo que es el amor, para despues comenzar a buscar a mis padres... - dio un respingo y levanto el rostro hacia la emperatriz, los ojos de la peliroja estaban humedecidos, pero finjio que todo estaba bien, afino la garganta y eso arreglo todo en ella volviendo a su mismo semblante orgulloso de siempre

la miraba atenta y con los ojos abiertos, no daba credito a sus oidos su pequeño secreto era que no conocia el amor?... ella tampoco lo conocia bien solo la amistad, pero eso estaba cambiando por que con Tsubaki se sentia diferente...miro los ojos de la chica humedecidos, pero al parecer ella no queria ser vista asi asi que volvio a poner su cara de arrogante, a lo que la mujer solo pudo abrir la boca y mover su cabeza para despues decir

-no se que decir la verdad... yo no conosco el amor de pareja pero si el de amigos los tuve en su momento y el de familia ya que mis padres me lo demostraron, pero he de atreverme a decir que tu no entras en ninguna de esas dos... ya que por alguna extraña razon a pesar de que conosco lo escencial de ti gracias a lo que me has confesado, es algo diferente lo que me haces sentir, es algo distinto algo intenso...-

no estaba segura de por que estaba soltando todo aquello pero lo hacia, simplemente las cosas salian de su boca como si esta tuviese vida propia, al terminar de decir eso se recargo de nuevo en la silla y cruzo los brasos bajo sus senos juntandolos y haciendo que se vieran mas grandes por la avertura de la camisa que traia mientras se llevaba la uña del dedo gordo a la boca pensativa y con el ceño fruncido...

Tsubaki suspiro, sentia lo mismo que decia la emperatriz, fruncio los labios pensando pero de rato sus pensamientos fueron perturbados por la accion de la emperatriz de dejar sus pechos muy a la vista, Tsubaki se sonrojo y se rasco la cien observando hacia arriba, guardo sus cosas, metio los rollos de papiro en unos tubos gruesos y cerro la libreta, como disponiendose a poner toda su atencion sobre ella, le sonrio tiernamente y le pregunto.-

-aun tengo la duda... porque no dejas que salga la gente de aqui?-

la chica saco a la emperatriz de sus pensamientos, queria saber el por que no podia salir nadie del reino, seguia en la misma posicion con su uña entre sus dientes pero ahora mirando a Tsubaki con intensidad, sonrio aun con la mano en su boca y sin quitarla respondio

-veras linda...no se si has notado el tipo de gente que habita en este lugar, son ladrones, mercenarios, piratas, gente que no vale la pena realmente, y si no los dejo salir es facil por que con eso compruebo lo cobardes que son, pueden asesinar a sangre fria, pero mi reino se basa en si sales la reina te matara, y nadie quiere salir, asi yo mantengo a este pueblo de malvados encerrados y no causan disturbios en los demas lugares, ademas si necesito matar a alguien la mayoria de la gente se postula para hacerlo y como mala gobernante me lavo las manos...asi se me enseño mi padre era un tirano y ahora yo sigo sus pasos... y...me gusta...-

cerro los ojos y suspiro

-prefiero hablar de otra cosa en estos momentos en lo que menos quiero pensar es en quien sale y quien entra y por que...-


la miro de nuevo, bajo su mano, haciendo un gesto de lo lamento levantando los hombros y le dedico una sonrisa

rió abiertamente ya que la siguiente pregunta la tomaria por sorpresa.-

-que extraño... entonces porque estoy aqui?- esperando la respuesta que probablemente sabia cual era, cruzo las piernas y los brazos mientras observaba a la emperatriz limitándose a ver sus pechos los cuales estaban muy al aire cosa que le apenaba y arqueaba la ceja desviando la mirada para volver a encontrarse con el rostro de la hermosa draconida

se lo penso un momento por que la tenia a ella ahi bueno tenia varias razones pero en ese momento noto otra que la hiso sonreir abierta mente

-veras querida hay varias razones, la primera es que eres de fueras y no se si eres una espia de otro reino, la segunda por que eres fuerte y ahora eres mi guardia, la tercera tu inteligencia me puede servir para una estrategia de batalla, la cuerta por que ahora sabes demasiado de mi y no puedes irte por que podrias decirselo a alguien, la quinta por que se que te gusto tanto como tu me gustas a mi y la sexta y mas importante de todas me miras demasiado los pechos, lo que significa que que te agrado no solamente de forma como decirlo sentimental sino tambien fisicamente como tu me gustas a mi-


sonrio mas abiertamente y altanera levanto la barbilla con descaro

abrio los ojos de par en par y se sonrojo tanto que balbuceaba, no sabia que decir, mejor se quedo callada, estaba muy apenada y con mucha verguenza, su mente se cerro y no supo como safarse de ese comentario, poco lo intento.-

- yo... n-no miraba tus pe... digo, perdon... SUS pechos mi señora, en cuanto a los sentimientos, desconosco la practica del termino gustar y yo... - mejor guardo silencio pues ya no tenia mas que decir

comenzo a carcajearse con cada balbuseo de la otra, no podia dejar de reir, se detubo cuando esta le dijo que no sabia lo de la practica de gustar, pero eso se podria arreglar, se levanto del asiento, y se acerco a ella, con su mano movio la silla y esta se paro en frente de ella, con su pierna derecha y desnuda por solo traer un short separo las de la otra sin tocar nada por supuesto y la dejo ahi se recargo con la mano que movio la silla y solto so cabello dejando el liston en su mano libre que la poso en el hombro de la otra dejando que el viento jugara con su cabello la miro intensamente

-dime que sientes en este momento, en el cuerpo?, en que piensas?-



espero pasiente sin moverse

estaba casi pegada a ella, sin tocarla, ahi donde facilmente cada detalle de su maravilloso cuerpo podia verse, Tsubaki estaba en completo shock, se sentia inmune ante sus grandes encantos.-

-y-yo.... - su rostro estaba exajeradamente rojo, como si se hubiera quemado con el sol, una gota de sudor corria por su cien izquierda y tragaba saliva como si con eso asimilara la situacion - ..... - no le quedo nada mas que decir, se sujeto de la silla con las dos manos como si se fuera a caer, ese coqueteo intenso la perturbaba.

veia cada reaccion que tenia el cuerpo de la chica comenzaba a sudar y vio como se quedaba sin habla, mientras se afianzaba bien a la silla, si era lo que esperaba, mas sin embargo queria que hablara que dijera algo...decidio cambiar de posicion, bajo la pierna y paso sus manos lentamente por los brazos de la otra hasta quedar en sus muñecas y acerco su rostro al ajeno y dejo sus labios muy cerca, mirando los de ella y luego sus ojos

-necesito que me digas algo que sientes-

se moria por besarla de nuevo pero espero pasiente a ver si la otra contestaba a su pregunta

cerro los ojos como si le doliera la pregunta, giro rapidamente el rostro como evitando esa cuestion y su cabello corrio con ella dejandose ver una puntiaguda oreja.-

-no te puedo responder, porque no se que significa lo que siento...- comenzo a llorar, su rostro se veia triste, se safo de las manos de la emperatriz y tomo su cintura como aferrandose a ella, como para que no se fuera, sabia que sentia algo por la emperatriz pero no sabia que significaba, estaba confundida del termino de sus sentimientos, no era malo lo que sentia, pero en ese momento se sentia como indefensa, como una pequeña criatura dentro de una jaula, sin saber cual seria su destino.

le sorprendio el abrazo a su cintura y sonrio con ternura al ver el gesto, tomo sus manos y las separo de su cintura se puso de rodillas he hiso que la abrazara por el cuello, y esta la abrazo por la cintura, no sin antes quitarle unas lagrimas del rostro, la abrazo fuerte y al oido le dijo

-esta bien pero te puedo decir que si no te gustara y no sintieras algo por mi no te pondrias de esta manera-

termino diciendo esto y le dio un pequeño beso tierno en su cuello y volvia a pegar su cabeza con la otra mientras la abrazaba

se sintió por primera vez tan tranquila, como si todos sus momentos de soledad fueran quemados como papel en ese abrazo, Tsubaki ya no estaba llorando, pero abrazo con fuerza a la emperatriz, como si no quisiera dejarla, se sentía como una niña pequeña, todas esas veces que quiso sentir como era un abrazo cuando veía a otras familias, parejas hacerlo, siempre quiso probarlo, es por eso que la abrazaba fuertemente, como si solo tubiera esa oportunidad de hacerlo.
el cielo hiba perdiendo la luz del sol entre platicas y este momento tan añorado.