Recogiendo los trozos [Priv. Italia]

Tras un dia normal y corriente, en el que lo único que Reborn había hecho era pasear, se dirigía al lugar preferido de su reino. El Puerto de Draumal era un lugar raro, en el que extrañas personas comerciaban con sustancias aun mas extrañas o se encomendaban misiones peligrosas los uno a los otros. Pero algo en especial había en este Puerto, que lo diferenciaba de los otros, y eso era el misterioso barco encallado que había en el. Reborn se dirigió a el dudoso pero con paso firme. Sabia que allí vivían personas, de hecho ya las había visto antes de lejos, pero nunca había llegado a entablar conversación con estas. Nada mas acercarse a lo que parecía ser la entrada, grito unas palabras para intentar llamar a los que vivían en el interior, ya que quería hablar con estos, quería saber como serian las personas que vivían en barcos encallados

- Hola, ¿hay alguien?- pregunto Reborn tocando a lo que parecía ser la puerta

Y tras eso, empujo la puerta, que al parecer estaba abierta, y la silueta de una persona salio de detrás de esta. Aunque cuanto mas se fijaba Reborn, mas pudo comprobar que no era una silueta normal, se trataba de una chica...

Estaba apunto de salir de su casa, mas bien barco, en direccion a la orilla del mar, donde hay un poco de arena y se encuentran parados los barcos donde suben y bajan mercancia e incluso personas de los otros paises, claro a escondidas, para que la reina no pudiese hacerles algo, como encerrarlos en el calabozo o matarlos de una vez.
Le gustaba ir a aquel lugar ya que encontraba objetos que otros habian perdido, aparte de conchitas y piedras con formas extrañas que las olas traian a tierra.

Cuando estaba apunto de salir se percato de que habia alguien del otro lado de la puerta.
Primero quedo un poco confundida ya que la atraparon en el momento justo a salir, y no sabia que hacer, mas sonrio y saludo pasando un pie delante del otro y flexionando sus rodillas levantando su vestido por los costados.

- Buenas tardes, señor

Dijo aun con una dulce sonrisa en su rostro y despues lo invito a pasar.

- Estaba a punto de salir pero-...¿Gusta algo?

Pregunto amablemente preparandose para entrar a otro cuarto donde traeria un poco de agua o te, quizas algo de comer, lo que se ofreciera.

La chica que había aparecido, tras haber mirado a Reborn con un rostro de desconcierto, le saludo y después le invito a entrar. Reborn iba a aceptar encantado la invitación cuando una buena idea le vino a la cabeza. Si salían a pasear, ambos conseguirían lo que querían, Reborn hablaría con una persona que vive en un barco y ella saldría, que era lo que iba ha hacer. Pero para cuando Reborn volvio de sus pensamientos, la chica ya habia entrado de nuevo en su barco. Esta esperaba la respuesta de Reborn respecto a si gustaba algo

- Gracias por la invitación- comenzó a decir Reborn

No es que le pareciera mala idea tomar algo tras un duro día caminando por el Reino, pero Reborn tenia una particular educación, por lo que rápidamente intento rechazar la oferta. Pero el mero hecho de entrar en una casa con forma de barco, hacia que Reborn se emocionara, y acabara aceptando la invitación de la chica

- Agua- fue lo único que dijo Reborn

Y tras decirle a la chica lo que gustaba, con paso inseguro, Reborn paso lo que parecía ser el umbral de la puerta y camino al lugar donde la chica lo esperaba

Sonrio al escuchar la peticion y cruzo esa puerta adentrandose a esa habitacion la cual no dejo ver al joven ya que la puerta cerro tras ella. Dentro se escuchaba el agua siendo vertida en un vaso de vidrio.
Seguido de esto la puerta vuelve a ser abierta y sale la niña de la habitacion para entrar a la principal, donde se encontraba el joven viajero, parecia ser.
Se acerco a el y con cuidado de no derramar alguna gota, ya que habia llenado completamente el vaso, le ofrecio el vaso y miro al joven esperando ver alguna reaccion en su rostro como agradecimiento o algo asi.

- ¿Y tu? ¿Eres de este pais?

Pregunto rompiendo el silencio esperando una conversacion agradable para ambos.