De Regreso

Todo el reino habia decidido ir al puerto, la gente llenaba el lugar, se decia que la reina regresaria de su viaje, ella habia salido a los reinos vecinos encubierta para ver como se encontraba la situacion... guardias esperaban en la parte delantera esperando a que llegara el barco real, todos esperaban anciosos su llegada pues a pesar de la tirania de la reina y de que sus metodos para gobernar no eran los mas apropiados, ella siempre se habia preocupado por su pueblo...

por fin el barco se diviso cerca, todos empezaron ha gritar y ha hacer fiesta, el barco arribo, y guardias bajaron he hicieron una balla para dejar pasar a la reina, en eso ella aparecio encapuchada, esta miro a todos ahi y sonrio para ellos, se quito la capucha y levanto las manos en forma de saludo, camino entre los guardias y cuando paso a donde estaba su gente, estas la recibieron incinandose ante ella, camino y subio a su carruaje que ya la esperaba cerro la puerta y se cento, el carruaje comenzo a andar con sus seis caballos tirando de el, la joven reina suspiro y se puso seria

-me estoy ablandando, quisa es el pasar de los años y que no he tenido nada de peleas en estos tiempos-

recarog su cabeza en la parte de atras del asiento pero se puso en guardia cuando el carruaje se paro de un solo tiron algo pasaba, se puso tensa y tomo su espada y salio del carruaje para ver que era lo que pasaba...

A las orillas del puerto se ve una chica de cabello pelirojo con un sombrero muy extraño, con alas y un ojo en medio de el, esa chica leeia detenidamente un libro, con aquella mirada que derretia a seres que la veian a los ojos, a esos ojos azules que solo le ponian atencion a paginas y paginas, sumergida en su lectura dos ladrones se posaron frente a ella.-

Hola muñeca... que tienes hay?- dijo uno de ellos con una daga oculta en la mano;

La chica peliroja contesto - no sabes que es un libro?, ya veo que no eres un barbaro con un cuchillo de mantequilla en la mano -diciendo esto sin quitar la vista del libro;

el segundo hombre le dijo al otro en voz baja- vamonos Bliken, esta chica extraña parese peligrosa...- y el hombre le contesto - ya veremos lo peligrosa que es..-

Cuando se acerco el hombre de la daga a la chica, sin quitar la vista del libro dio una elegante vuelta y le dio una patada giratoria, acto seguido dio un pisoton en el suelo y salio una barra de roca del suelo que logro sacar disparado por los cielos al hombre haciendolo caer al mar, el segundo hombre se puso en posicion de pelea y ella lo ignoro.

diciendose a si misma - oh que interesante... esta planta hacia eso? no lo sabia....

vio como un hombre salia disparado por los aires para caer en el mar y vio como una chica extraña con un libro y otro en posicion de batalla estaban ahi...-no tengo tiempo para esto-, bajo del carruaje y se paro detras del hombre y con su mirada fria que todo temian afino lo voz

-que esta pasando aqui?-

Dijo con su voz sensual pero a la vez fria, tanto que el hombre se helo y solo miro a la reina volteando la cabeza, para despues salir corriendo del lugar


-cobarde... y usted?-

pregunto acercandose a la chica

-podria explicarme que pasa aqui?-

dijo en un tono esta vez sensual, calmado pero autoritario...

le llamo la atencion que el chico saliera corriendo ante las palabras de aquella hermosa damisela, cerro su libro con una mano y lo guardo bajo su braso.-

-Ah, eran unos barbaros molestandome, pero descuide, puede seguir con su viaje madame-

diciendo esto, sonrio de medio labio dando un deje de picarez, observandola a los ojos, con aquellos ojos que hipnotizaron a cantidades de caballeros y muchas chicas, aunque la verdad esta chica era diferente, no esperaba que notara algo en su mirada asi que no le tomo importancia, todo esto lo iso mientras danzaba su brazo en manera de saludo mientras se inclinaba ante ella.

miro a la chica mientras esta le respondia antentamente, la miro de arriba a abajo y despues hacia arriba de nuevo esta chica no le era para nada familiar y su ropa era extraña, no era de su reno estaba segura... por que aquella chica era tan insolente como para mirarle a los ojos, aunque despues esta hiso una reverencia

-ya veo-

miro despues la barrera que estaba en su paso a un lado del camino, paso sus brazos por debajo de sus cenos y se abrazo el cuerpo para volver a mirar a la chica


-nunca te habia visto en este reino, no eres de aqui cierto...ademas...supongo tu hisiste eso-

decia sin quitar las manos de su lugar pero movio un poco la derecha para apuntar la barrera

observo extrañada y despues observo el desastre que ocaciono.-

-Oh, lo siento lo siento... soy muy distraida, ahora mismo la quito-

brinco fuertemente para caer con elegancia sobre la barra de roca, le dio un pisoton e inmediatamente quedo al raz del suelo, dio un respingo y dio unos pasos hacia ella, aunque tampoco quedo cerca por educacion.-

-como lo siento, le tape el paso sin querer, me disculpo y ya lo deje igual... le quiero hacer una pregunta...sabe donde esta la biblioteca aqui?-dijo esto mientras acomodaba el libro bajo el brazo y suspiro observando hacia las orillas del mar.

la miro un rato escuchandola, por que a pesar de saber que no era de su reino y de no saber...cierto aun no sabia quien era su nombre no lo sabia... pero a pesar de ello esa chica le llamaba la atencion tanto que al escuchar que queria una biblioteca, penso que la unica era la que se encontraba en el palacio, su gran y enorme biblioteca a la cual solo ella tenia acceso... pero que tenia aquella chica que le provocaba hacerle la invitacion a su castillo para entrar en uno de los lugares mas sagrados para ella?, sin dejar su posicion, le dedico una sonrisa hermosa que atraparia a cualquier persona y que caeria facilmente a sus pies, ya que era raro que ella sonriera...


-existe una en el palacio de la emperatriz... te gustaria ir...hem...tu nombre es?-

pregunto sin dejar de sonreir, pero esta vez con una expresion de pregunta

al ver a la chica sonreir, se conmovio, era una sonrisa tan tierna que la iso sonreir a ella tambien, pero al escuchar que estaba dentro del palacio se le erizo la piel.-

-pues vera joven dama, mi nombre es Tsubaki Yayoi, soy investigadora y muchas gracias por darme la razon de la biblioteca, pero no cree que es un poco peligroso?, he escuchado cosas temibles de la emperatriz, he leeido mucho sobre ella, mas nunca se han atrevido a describirla fisicamente, nadie se atreve a verla a los ojos, dicen que sus ojos matan..., dudo totalmente toparmela aqui y esta bien, pero... ir a verla al palacio?, iremos y le diremos "emperatriz, podria dejarnos pasar a su biblioteca?" ella responderia "oh si claro, pasen" ... lo dudo joven dama, y no se lo digo en tono de burla, se lo digo con todo respeto a usted y a la emperatriz.-

suspiro al ver que estaba tan cerca y tan lejos de aquellos libros tan famosamente exclusivos de Draumal, cosa que le entristecio un poco.-

-uff... nimodo... y que tal si me guias mejor a un lugar donde comer y yo te invito?- dijo esto sonriendo con ternura

Tsubaki asi que ese era su nombre... escucho detallaadamente lo que tenia que decir de la emperatriz... ojos que matan? guau definitivamente su reputacion era mejor de lo que pensaba, eso era genia aun era temida por todos los reinos, fabuloso penso mas sin ebmargo no pudo evitar atacarse de la risa, risa que armonisaba hermosa como su voz, tanto que tuvo que tomarse el estomago por el dolor

-lo lamento...hahaha...pero dudo mucho que ella tenga ojos que matan hahaha.. o si no ya estarias muerta en este momento por atreverte a mirarle a los ojos... hahaha-

la mujer no podia dejar de reir, hasta que comenzo a aminorar la risa limpiandose las lagrimas de los ojos, era la primera vez en muchos años que reia de aquella manera, el joven que traia el caruaje se veia asustado ya que nunca la habia visto asi pero se hiso el tonto pues sabia que si lo veia la emperatriz podria matarlo...

la chica se sorprendio demaciado, ella era la emperatriz, y la habia insultado... se sentia abrumada, incluso la estaba invitando a cenar, pero habia algo que la tranquilizaba, aparte de su dulce voz no tenia una mirada que la matase, tenia una mirada tierna, como si fuese de una hada y no de un temible dragon como lo describian diversos pueblos de draumal, se sentia tranquila y mas cuando escucho aquella risa tranquilizante y pegajosa de la emperatriz, sonrio de nuevo, se tranquilizo y se inclino con gentileza y caballerismo con una mano en el pecho y la otra en su espalda igualmente sosteniendo su libro bajo el braso-

-Mucho Gusto emperatriz Eris de Asmodea, disculpe la groseria y disculpe el atrevimiento de invitarla a cenar, me retiro para no quitarle mas su valioso tiempo y me retirare de su isla por la insolencia-

dicho esto se incorporo y dio dos pasos hacia atras por educacion para que no pensara que le daba la espalda, despues giro y se dispuso a retirarse.

la miro divertida mas sin embargo al parecer ella no conocia las reglas de su reino, tendira que explicarle que no podia salir de ahi si habia cruzado la frontera no podria salir, se sintio mal por la chica pues le caia bien mas sin embargo las reglas eran las reglas y ella tendria que acatarlas por el atrevimiento de haber llegado a su reino

-mal muy mal...pero veo que no conoces las reglas... no puedes salir de este reino...esas son las reglas...si intentas salir tendre... que matarte y ... no me gustaria hacerlo, ya me has caido bien-

dijo de manera seria dejando la risa de lado...el hambiente se puso tenso, pero no queria estar asi..de modo que hiso una pequeña broma para aminorar la situacion

-ademas es mas descortes de tu parte el hecho de que si me invitastes a cenar ahora no me vayas a llevar-

se detubo dandole la espalda, y solo giro la cabeza dejando mostrar una sonrisa abierta, dio la media vuelta y tomo muy a la ligera el hecho de que la mataria si se hiba, tomo el libro y abrio los brazos y los dejo caer con desepcion, para despues decir un sarcasmo.-

-Bien!, bien... nimodo, me tendre que quedar...y yo que odiaba este lugar tan triste.- termino el sarcasmo - por lo menos hay una sonrisa que vale la pena frecuentar e imposible de dejar - dijo esto sonriendo.-

se acerco hacia la emperatriz, tomo su mano y le dio un beso inclinandose hacia ella bajando la cabeza, despues se incorporo con una mano detras y la otra sosteniendo su libro.-

-Muy bien mi señora, esta dispuesta a comer en las calles cuando tiene los mejores cocineros en su palacio?-

noto como la chica sonreia y despues de un sarcasmo y de decir ( - por lo menos hay una sonrisa que vale la pena frecuentar e imposible de dejar -)se acerco de nuevo a ella para tomar su mano y besarla, cosa que a pesar de no saber por que, la hiso ruborizar, mas sin embargo sonrio de medio lado y levanto una ceja al esucharla

-sabes has tenido la osadia de tocarme incluso de besarme la mano...podria haberte cortado la cabeza por eso...- pero no se por que no lo hago...y si tienes razon no es bueno que ande por las calles... mejor iremos a mi palacio y ahi comeremos...adema ahi esta la biblioteca supongo querrias verla-

dijo sonriendo mientras le daba la espalda y caminaba hacia su carruaje que la esparaba

-vienes?-

la chica se alegro tanto, no por comer porfin buena comida y no las porquerias que vendian en las calles, si no por la infinidad de libros que habia en esa biblioteca, habian libros exclusivos que sabia ella que la emperatriz guardaba con envidia ante los otros reinos, libros tan antiguos que hiba a ser necesario usar sus pinzas para manipular objetos delicados o en este caso las paginas para evitar que sus paginas se rompieran, estaba tan emocionada, pero trato de ocultar la emocion, solo su rostro se veia feliz, ademas de caerle bien a la emperatriz la cual le parecia bastante bella.-

-muchisimas gracias lady Eris, es un placer hacerle compañia al cenar, y mucho mejor si me da una excurcion por su valiosisima biblioteca, solo que me gustaria hacer una cosa antes de acompañarla, si gusta para no hacerla esperar yo la voy a visitar a su palacio, yo tengo que recojer mis cosas en la posada antes de que me las roben, ya intentaron hacerlo anoche y me gustaria cargarlas conmigo madame, me disculpa unas horas?, le prometo que estare en su palacio antes del anochecer, eso es en poco tiempo pero creame, soy muy puntual, asi que me apuro a hacerlo-

Dicho esto espero a que la emperatriz le diera una palabras y brinco al techo de una taberna y se inclino ante la emperatriz y desaparecio en el cielo de color tornasol, estaba anocheciendo pero la calides del atardeser calmo a la chica pelirroja, pues el pensamiento que la perturbaba la molestaba constantemente

espero no llegar tarde, me agrada, pero esto es suficiente para que me mate

soltando una picara sonrisa brincando entre los edificios desaparecio frente al rojizo sol.


SALE DE LA ESCENA

al escucharla solo atino a acentir mientras notaba como corria por los techos, recordo a una mas feliz Eris que gustaba de escaparse del palacio para salir a vagar por las calles del reino, regreso a su carruaje y cerro la puerta tras de si, se cento y despues el carruaje empezo a andar, la mujer tomo la pisicion que tenia antes de encontrarse con aquella chica, cerro los ojos y sonrio y asi se fue hasta llegar por todo el camino hasta el palacio, ansiosa sin saber por que a que llegara la noche...




FIN DE LA ESCENA